En un taller de Constelaciones y Nuevas Constelaciones todos realizan un trabajo sobre sí, desde los diferentes lugares en que se participa: como asistentes, como representantes y/o abriendo su propio sistema.
Lo cierto es que desde todos los lugares se realiza un trabajo profundo, ya sea por identificación o resonancia entre los participantes y sus sistemas.
En muchas ocasiones, un participante viene a tratar un tema específico y durante el desarrollo del taller, reconoce que el verdadero motivo del origen de lo que no fluye, estaba en otro lugar, a partir de las Constelaciones de otros.
Nuestro cuerpo, como caja de resonancia del alma, habitualmente da cuenta del proceso alcanzado y de todo lo que se va removiendo en un taller: en los reconocimientos que se van alcanzando, en las nuevas miradas y comprensiones y en las diferentes emociones que suceden y sensaciones que reconocemos en nuestro interior; es muy frecuente, que todo lo que se remueve y se transforma en un taller- tanto para el desarrollo personal y/o espiritual- seamos conscientes o no, lo veamos en lo sucesivo través de sus efectos y consecuencias, al servicio de la vida.